domingo, 21 de agosto de 2011

PROYECCIÓN EN USA

El jueves 4 de agosto, a las 6 y media de la tarde, se proyectaron varios cortometrajes en el Almas Shrine Center, en Washington D.C., con el siguiente programa: Welcome Remarks, Introduction, Presentation & Screening of Iballa, Presentation & Screening of Adrift, Q&A with Josep Vilageliu.
El evento se llevó a cabo en el entorno del Almas Shrine Center, un espléndido edificio masónico ubicado en pleno centro de la capital.


Estuvimos considerando qué películas podían interesar a un público americano. Enseguida pensamos en Iballa, aquel mediometraje que produjo Yaiza Borges allá en los años 80, sobre los amores de Hernán Peraza y de la princesa Iballa, una historia que, cuando la rodamos no lo sabíamos, guarda paralelismos con Pocahontas, y que, a fin de cuentas, se corresponde a un ensayo general de lo que luego sería, a mayor escala, la conquista de todo un continente. Más allá de un episodio de la conquista de las Islas Canarias, Iballa reflexiona sobre el poder, y esta reflexión es pertinente tanto entonces como ahora mismo (los dictadores actuales siguen preguntándose por qué el pueblo se les rebela, tanto que han hecho por ellos)

A la deriva (Adrift), era otro film adecuado, en primer lugar por el tema, abocado a la universalidad, pero también por ser representativo de mi cine más actual (y cómo no, por la ausencia de diálogos, lo que nos evitaba el subtitulado).

El acto se atuvo a las formas de los eventos culturales en Washington, y que nada tiene que ver con los que se hace por ahí cuando se trata de mostrar tus trabajos. Y allí estábamos nosotros, yo como director invitado y Laly Díaz, que además de oficiar de productora en todos las películas que hemos hecho durante todos estos años, tiene un pequeño papel en Iballa.
El público que acudió era mayoritariamente latino y afroamericano, con la presencia de profesores universitarios y algún poeta, como Carlos Parada, el editor de “Al pie de la Casa Blanca. Poetas hispanos en Washington”.
La primera y más sorprendente diferencia: el cóctel no va después sino antes, durante y al final (si es que queda algo). O sea, llegas, te encuentras con tus amigos, te sirves tu ensalada de frutas y demás chucherías gastronómicas y te pones a charlar mientras esperas que comience el acto. Otros, los más solitarios, se llevan el plato a su asiento y se entretienen leyendo el programa de mano.


La Dra. Mercedes Tibbits, de la Howard Univesity, hizo la introducción, y a mi me tocó leer en inglés una especie de presentación, que redactó mi hija y luego ensayé una y otra vez con el asesoramiento de Tommy, para que mi desastroso acento no me traicionase. Es que mis conocimientos del inglés se limitan a un inglés leído, el cual lamentablemente no tienen nada que ver con el hablado (¡quien iba a pensar que para pedir unos pantalones Levis hay que decir Livais!).

 Tommy Duren, el organizador del acto

La Dra. Mercedes Tibbits

Se presentaba cada una de las películas y luego se proyectaban. Pero lo peor venía después, las amenazadoras dos letras colocadas al final del programa: Q&A, que implicaban, si la gente no abandonaba el local a la desbandada como aquí suele ocurrir, una serie de preguntas que iban a exigir, de mi parte, una respuesta adecuada y comprensible.





Menos mal que Serenella, una amiga puertorriqueña, se ofreció como intérprete, y lo hizo tan bien, que creo que arregló muchas de mis respuestas un tanto apresuradas, en especial cuando empezaron a plantearme cuestiones más que espinosas, sobre la cultura aborigen canaria (más fáciles), o sobre la raza (lo que más les preocupa), pues, ¿no iba A la deriva de un hombre de color que se escondía y huía por el bosque? Y si yo procedía de Catalunya, ¿estos antecedentes culturales míos habían influido y habían sido tratados en mi cine? O, ¿de qué modo este film -Iballa- estaba ayudando a las nuevas generaciones a comprender su pasado –es decir, la aniquilación de todo un pueblo- para así entender su presente? O, tanto que nos has hablado del Light Cinema, estos films que hoy se han proyectado, ¿no le parece que no se correspondan con el Cine leve del que tanto nos ha hablado?


Laly Díaz tomó imágenes del screening

 Ada Díaz, presentando las dos películas
Con Serenella Linares, mi intérprete

En fin, que no hay nada mejor que confrontar tu cine con un público ajeno. Te ayuda a verte desde el otro lado. Te ayuda a replantearte muchas cosas que parecía que estaban claras. Y reconforta confirmar que tu cine interesa, más allá de artificiales fronteras. Hubo una clara identificación con la historia que se contaba en Iballa, en especial con personas de Centroamérica y antillanas, o, en el caso de Adrift, con algunas espectadoras que habían vivido en Senegal (una de ellas era senegalesa) y que se alegraron al oír hablar en wolof.
Les impresionó la estética barroca de Iballa, se interesaron por cómo dirigía a los actores y de qué manera trataba las emociones en mi cine. Ya era muy tarde cuando Tommy Duren tuvo que dar por terminado el acto. Desde aquí mi agradecimiento por haberme ofrecido esta oportunidad.