jueves, 20 de marzo de 2014

MEMORIA DEL AGUA EN LA ISLA DE EL HIERRO UN DOCUMENTAL

PROIM Canarias está digitalizando sus producciones analógicas. En algunos de los documentales participé en mayor o menor grado, casi siempre en labores de asesoramiento y en la edición.

Con "Memoria del agua en la isla de El Hierro" me involucré en todas sus fases, desde el desarrollo de la idea hasta el producto final. Conté para ello con mis colaboradores más afines, aquellos que habían participado en mis vídeos de ficción.

El documental puede verse pinchando aquí.



En 1994 el Gobierno Canario publicó una insólita convocatoria para el desarrollo de proyectos audiovisuales con un presupuesto de 1.692 millones de pesetas, que inicialmente habían sido destinadas a la creación de una televisión autónoma pero por una serie de complejos problemas legales no había podido ser llevada a cabo.

Ángel Falcón había presentado a esta convocatoria un proyecto de documental sobre la problemática del agua en la isla de El Hierro y había sido aceptado.

El documental se basaba en los estudios realizados por el Plan Hidrológico del Gobierno de Canarias, con la excavación de una galería horizontal en el pozo de Los Padrones para mejor aprovechar las filtraciones de agua, y la construcción de una enorme charca en el centro del valle, que iban a resolver de una vez por todas la endémica situación de la falta de agua en la isla.

La resolución de la convocatoria dejaba muy poco espacio para la presentación de los trabajos. Apenas quedaba tiempo para desplazarse a la isla de El Hierro, entrevistar a las personas adecuadas y hacer las grabaciones en cada uno de los pozos, repartidos por toda la geografía de la isla.

Falcón no sabía qué hacer y me propuso dirigir el documental. Las negociaciones con el guionista inicial se habían roto y había que empezar de cero, escribir un nuevo guión.

Yo estaba terminando de editar "Ballet para mujeres", un mediometraje de ficción, el tercero y último de mi trilogía, con la ayuda de la productora de Falcón. La habíamos presentado a la misma convocatoria de subvenciones (creo que todo el mundo se embarcó en esta historia y aparecieron productoras y proyectos de debajo de las piedras), y sin esperarlo también fuimos afortunados con la parte alícuota de este maná del cielo, como muchos lo definieron.

Al haber participado mucha gente, fue muy poco lo que le tocó a cada uno, pero se hizo un reparto muy justo y nadie se quedó fuera. Sobre la marcha le propuse a Manolo Chinea, mi guionista “oficial” de aquella época, que escribiera algo.

Con Miguel Cigala como director de fotografía, y José Luis Herráez, Aury Herrera y Laly Díaz en producción, nos desplazamos a la isla y durante un par de días grabamos las escenas más importantes: la del viejo y el niño junto al pozo en Frontera, la de las casas abandonadas o el atardecer en el Sabinar.

Miguel Cigala, el director de fotografía, continuó en la isla grabando imágenes y consiguió planos muy hermosos a la luz del atardecer.

En el pozo de los Padrones no se pudo rodar, no nos dieron permiso. Por suerte, Ángel Falcón había rodado el interior de la galería con una cámara doméstica, en una visita previa al pozo para hacer las localizaciones. Para que no se notase la diferencia de calidad, esta imágenes se insertaron en un televisor como si las estuvieran emitiendo.




Mi intención no era la de rodar un documental al uso, sino aplicar mis propias ideas sobre lo que debería ser un documental, apoyándome en la potencia expresiva de las imágenes más que en las palabras explicativas, conjugando la necesidad pedagógica del proyecto con una poética cinematográfica.

Siguiendo este principio, en el montaje construí varias secuencias de imagen pura sobre la sequía y los efectos de la emigración, apoyadas por la excelente partitura de Enrique Guimerá, que llevaba tiempo participando con nosotros

En el Colegio de El Mocanal les pedimos a los niños que hicieran dibujos sobre el tema del agua, Miguel estuvo rodando cómo dibujaban y luego digitalizamos todos los dibujos. Más adelante me pareció interesante ir mezclando los dibujos más representativos con las imágenes reales. Era bastante curioso ver cómo el agua dibujada de repente cobraba vida.

El documental, grabado en formato Betacam, se rodó en el Pozo de La Salud (Casa Rosa), y en los pozos Grupo Sindical de colonización Virgen de Fátima (Los Palmeros), Pozo Los Villarreales, Agua Nueva, Pozo La Frontera, Pozo Varadero, Pozo Tamaduste, Pozo de Los Tancajotes y Pozo de Los Padrones. Las imágenes de los niños dibujando se tomaron en el Colegio Público El Mocanal y en el Parador Nacional de El Hierro se rodaron los planos de la piscina.

El estreno tuvo lugar en Valverde. Al terminarse la proyección se nos acercó uno de los espectadores para contarnos una historia casi increible relacionada con el tema del documental.

Por su vestimenta estaba claro que se trataba de un cura, había vivido unos años en un poblado del Amazonas, ayudando a los indígenas, y unos años más tarde aquella experiencia le sirvió para echar una mano a los vecinos de la La Restinga.

Nos contó que en aquella época el agua potable había que traerla desde Valverde. Alguien le habló de que, cerca de allí, en uno de los profundos acantilados que bordean la isla, había una galería abandonada, sin dueño conocido, que derramaba agua dulce al mar.

Según su historia, el cura puso en marcha un proyecto de restauración de la galería y, con la ayuda de los vecinos, se instaló una estación de bombeo y todos, hombres, mujeres y niños, fueron llevando a cuestas y conectando los tubos por la escarpada ladera, desde el nivel del mar hasta lo alto del acantilado. El agua bombeada llenaría el tanque ya existente en la parte alta de La Restinga que conectaba con la red de distribución del agua.

Le pedimos que nos acompañara hasta el lugar desde donde se podía contemplar el escenario de aquella proeza y allí mismo le grabamos donde habían acontecido los hechos narrados, para que nos contase parte de la historia. Estos planos se añadieron al montaje del documental.

Seguramente, la proyección del mismo en otros lugares de la isla y fuera de ella, despertaría la memoria de algunos espectadores, añadiendo así nuevos datos.

Pero el documental, como la aventura de conocimiento que es, debe cerrarse en algún momento. Una película documental no deja de ser el fragmento, la huella, por así decirlo, de un proceso más largo, que comienza mucho antes, durante la documentación, empieza a crecer y tomar forma durante el rodaje, y continúa así en la memoria de los futuros espectadores.

Ficha técnica: 
Fecha de producción: 1995. Producción: Deimos Producciones, con el patrocinio de la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias y del Cabildo Insular de El Hierro. Producción ejecutiva: Ángel Falcón y José Luis Herráez. Productor delegado Cabildo de El Hierro: Cayo Armas.

Dirección: Josep Vilageliu. Guión: Manolo Chinea. Fotografía: Miguel Cigala. Música original: Enrique Guimerá. Montaje: Josep Vilageliu. Edición: Miguel Cigala. Locución: Guillermo Martínez. Voces de niños: Beatriz Brito, Pablo Brito, Tatiana Louro. Fotos antiguas: Ramón Padrón. Dibujos realizados por niños y niñas del Colegio El Mocanal. Ayte. producción: Laly Díaz, Aury Herrera, David Falcón, Francisco Alberto Muñoz.

Intervienen: Cayo Armas, Benedicta Lima, Isidro Armas, Bernarda Zamora, Juan A. Belveser, Marta Martín, César Padrón, Raúl Acosta, Ariel Morales, Tadeo Casañas, Elio Morales, Leoncio Morales, Juana Martín, Juana Padrón, Onelia Febles.

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